«¿Cómo puedo tener conversaciones más interesantes? No sé cómo encender una conversación y siento que aburro a todo el mundo, incluso a mí misma.»
– Violette S.
Me siento identificada con Violette. Después de años estudiando habilidades sociales y leyendo libros sobre cómo entablar conversación, quiero compartir lo que he aprendido sobre cómo tener conversaciones interesantes.
1. Pregunta algo personal
Necesitamos unos minutos de charla para entrar en calor. Pero para asegurarte de que no te quedas atascado en una cháchara trivial, pregunta algo personal relacionado con el tema.
Una regla general es hacer preguntas que contengan la palabra «tú»
- Si estás atascado en una conversación aburrida sobre las cifras del paro, puedes preguntar: «¿Qué harías si decidieras seguir una nueva trayectoria profesional?».
- Si estás hablando de lo frío y desagradable que ha sido el tiempo últimamente, puedes preguntar: «Si pudieras vivir en cualquier parte del mundo, ¿dónde elegirías?».
- Si te atascas hablando de economía, puedes preguntar: «¿Qué harías si tuvieras una cantidad ilimitada de dinero?».
2. Haz que sea una misión aprender sobre la gente que conoces
Si te das una misión cuando conoces a alguien nuevo, disfrutarás más de la conversación. Aquí hay 3 ejemplos de cosas que puedes intentar aprender sobre alguien:
- A qué se dedican
- De dónde son
- Cuáles son sus planes de futuro
- Mantén el contacto visual siempre que la otra persona te esté hablando.
- Asegúrese de que su cuerpo, pies y cabeza apuntan en su dirección general.
- Evite mirar alrededor de la habitación.
- Diga «Hmm» cuando sea apropiado para mostrar que los ha escuchado.
- Resuma lo que han dicho. Por ejemplo:
Ellos: «No sabía si la física era adecuada para mí, así que por eso empecé a pintar en su lugar»
Tú: «La pintura era más ‘tú’, ¿verdad?»
Ellos: «¡Sí, exactamente!». - Modelos de conducta, por ejemplo, «¿Quién te inspira?»
- Comida y bebida, por ejemplo, «¿Has ido a algún buen restaurante últimamente?»
- Moda y estilo, por ejemplo, «¡Me encanta tu bolso! ¿Dónde lo has comprado?»
- Deporte y ejercicio, por ejemplo, «He estado pensando en apuntarme al gimnasio local. ¿Sabes si es bueno?»
- Asuntos de actualidad, por ejemplo, «¿Qué te pareció el último debate presidencial?»
- Noticias locales, por ejemplo, «¿Qué te parece el nuevo paisaje que han hecho en el parque local?»
- Habilidades y talentos ocultos, por ejemplo, «¿Hay algo en lo que seas realmente bueno y que sorprenda a la gente cuando lo descubra?»
- Educación, por ejemplo, «¿Cuál era tu clase favorita en la universidad?»
- Tu entorno, por ejemplo, «¡Me encanta ese cuadro de ahí! Qué te parece?»
- La situación, por ejemplo, «¿Crees que este examen va a ser difícil?»
- Intenta ver el color de su iris y, si estás lo suficientemente cerca, su textura.
- Mira en el entrecejo o en las cejas si el contacto visual directo se siente demasiado intenso. No notarán la diferencia.
- Acostúmbrate a mantener el contacto visual siempre que alguien esté hablando.
- Interesada en la cultura
- Prefiere la música indie a la mainstream música
- Le gusta leer
- Prefiere comprar artículos vintage en lugar de comprar cosas nuevas
- Vegetariano
- Prefiere ir en bicicleta antes que conducir
- Concienciado con el medio ambiente
- Vive en un apartamento en una ciudad, tal vez con amigos
- Se interesa por su carrera
- Lee literatura de gestión
- Vive en una casa, quizá con su familia
- Se preocupa por la salud
- Va en coche al trabajo
- Tiene una cartera de inversiones y se preocupa por el mercado
- Sabe de informática
- Se interesa por la tecnología
- Se interesa por (obviamente) la seguridad informática
- Juega a videojuegos
- Se interesa por películas como La Guerra de las Galaxias u otras de ciencia ficción o fantasía
- Pregúntate qué podría interesarle a la otra persona.
- Descubre intereses mutuos. Pregúntese: «¿Qué podríamos tener en común?»
- Ponga a prueba sus suposiciones. Mueve la conversación en esa dirección para ver su reacción.
- Juzga su reacción. Si se muestran indiferentes, pruebo con otro tema y veo lo que dicen. Si responden positivamente, podemos profundizar en ese tema.
- La historia tiene que estar relacionada con la situación. Memoriza tus buenas historias. Haz acopio de ellas a lo largo del tiempo. Las historias son eternas, y una buena puede y debe contarse varias veces a diferentes audiencias.
- Hablar de lo bueno o capaz que eres desanimará a la gente. Por lo tanto, evite las historias en las que salga como el héroe. Las historias que muestran tu lado vulnerable funcionan mejor.
- Da a tu audiencia suficiente contexto. Explica el escenario para que todos puedan meterse en la historia. Veremos esto en el ejemplo siguiente.
- Habla de cosas con las que los demás puedan relacionarse. Adapta tus historias para que se ajusten a tu público.
- Todas las historias tienen que terminar con un puñetazo. Puede ser un pequeño golpe, pero tiene que estar ahí. Volveremos a esto en un momento.
- No trata de parecer un héroe. En cambio, cuenta la historia de una lucha.
- Termina con un puñetazo. Un puñetazo suele ser la diferencia entre el silencio incómodo y la risa.
- Nota el patrón: Relatable -> Contexto -> Lucha -> Puñetazo
- Creencias políticas
- Creencias religiosas
- Finanzas personales
- Temas de relaciones íntimas, por ejemplo, sexo
- Etica y opciones de estilo de vida, por ejemplo, veganismo
- Ambos ya os sentís cómodos compartiendo opiniones sobre temas menos controvertidos porque esto sugiere que os sentís seguros abriéndoos al otro.
- Estás preparado para afrontar la posibilidad de que sus opiniones puedan ofenderte.
- Estás dispuesto a escuchar, aprender y respetar sus opiniones.
- Estás en una conversación individual o en un grupo en el que todos se sienten cómodos. Preguntar a alguien sus opiniones delante de otras personas puede hacer que se sienta incómodo.
- Puedes prestarle toda tu atención. Busca señales que indiquen que puede ser el momento de cambiar de tema, como la incapacidad de mirarte a los ojos o arrastrar los pies de un lado a otro.
- Swarat, S. (2008). ¿Qué hace que un tema sea interesante? A Conceptual and Methodological Exploration of the Underlying Dimensions of Topic Interest. The Electronic Journal for Research in Science & Mathematics Education, 12(2).
- Aron, A., Melinat, E., Aron, E. N., Vallone, R. D., & Bator, R. J. (1997). The Experimental Generation of Interpersonal Closeness: A Procedure and Some Preliminary Findings. Personality and Social Psychology Bulletin, 23(4), 363-377.
- Glanzer, M. (1958). Curiosidad, impulso exploratorio y saciedad de estímulos. Psychological Bulletin, 55(5), 302-315.
- Aprendizaje reflexivo. (2015). Preguntar y responder a las 5 W’s y a las preguntas H. Thoughtful Learning.
- Kang, O., & Wheatley, T. (2017). Los patrones de dilatación de las pupilas se sincronizan espontáneamente entre individuos durante la atención compartida. Journal of Experimental Psychology: General, 146(4), 569-576.
- Stephens, G. J., Silbert, L. J., & Hasson, U. (2010). El acoplamiento neural hablante-oyente subyace a la comunicación exitosa. Proceedings of the National Academy of Sciences, 107(32), 14425-14430.
- Utiliza el «hilo conversacional» para evitar los silencios incómodos
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Puedes desafiarte a ti mismo a preguntar a la gente sobre estas cosas cuando te parezca natural. Una misión te da una razón para hablar con alguien y te ayuda a descubrir cosas que tenéis en común.
3. Comparte algo ligeramente personal
Uno de los consejos de conversación más populares es dejar que la otra persona sea la que hable más, pero no es cierto que la gente SOLO quiera hablar de sí misma.
También quieren saber algo sobre con quién están hablando. Si no lo hacen, pueden sentirse interrogados e incómodos. Cuando compartimos cosas ligeramente personales con los demás, nos vinculamos más rápido.
Aquí tienes un ejemplo de cómo hacer una conversación interesante compartiendo algo sobre ti mismo:
Tú: «¿Cuánto tiempo viviste en Denver?»
Ellos: «Cuatro años»
Tú, compartiendo algo ligeramente personal: «Genial, tengo parientes en Boulder, así que tengo muchos recuerdos bonitos de mi infancia en Colorado. Cómo fue para ti vivir en Denver?»
4. Centra tu atención en la conversación
«¿Cómo puedo mejorar mis habilidades de conversación? Tiendo a quedarme atascado en mi propia cabeza y a congelarme cuando me toca decir algo.»
Si alguien dice: «Fui a París la semana pasada», algunos de nosotros podríamos empezar a preocuparnos y a pensar cosas como: «¿Me mirarán mal por no haber estado en Europa? Qué debería decir en respuesta?»
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Cuando notes que te cohíbes, vuelve a centrarte en la conversación. Esto facilita la curiosidad.
Para seguir con el ejemplo anterior, podrías empezar a pensar: «¡París, qué guay! Me pregunto cómo será. ¿Cuánto duró su viaje a Europa? ¿Qué hicieron allí? Por qué fueron?»
¿Ves cómo es mucho más fácil entablar una conversación interesante cuando te centras en lo que dice la otra persona en lugar de en ti mismo?
5. Cambia de tema a uno anterior
La buena conversación no tiene por qué ser lineal. Es completamente natural retomar algo de lo que ya se ha hablado si se llega a un punto muerto y hay un poco de silencio.
Ellos: «Entonces, por eso prefiero las naranjas a las manzanas»
Tú: «Ah, ya veo…»
Ellos: «Sí…»
*Crickets*
Tú: «Por cierto, me comentaste que ibas a un seminario de psicología la semana pasada. Qué tal estuvo?»
6. Dirige la conversación hacia las pasiones
Es más divertido hablar de pasiones en lugar de intercambiar datos sobre la escuela o el trabajo. Si resulta que tenéis pasiones similares, profundiza en ellas. Pueden ser una base sólida para una amistad.
Si alguien te dice que es profesor, puedes preguntarle: «¿Qué es lo que más te gusta de ser profesor?»
Si no le gusta su trabajo, puedes preguntarle: «¿Qué es lo que más te gusta hacer cuando no estás trabajando?»
7. Haga preguntas abiertas
Las preguntas cerradas pueden responderse con un «Sí» o un «No», mientras que las preguntas abiertas invitan a respuestas más largas. Utilice preguntas abiertas cuando sea posible.
Preguntas cerradas: «¿Ha tenido unas buenas vacaciones?»
Preguntas abiertas: «¿Cómo fueron tus vacaciones?»
Es un ajuste sencillo, pero te servirá de mucho para aprender a tener mejores conversaciones.
8. Pregunte a la gente sobre sus sueños
Aprender sobre los sueños de los demás hace que la conversación sea más atractiva, y puede que descubra que tiene algunos sueños en común. Puedes preguntar a los más jóvenes qué tipo de trabajo quieren hacer y cuáles son sus objetivos en la vida. Puedes preguntar a las personas mayores sobre sus planes generales para el futuro.
Ellas: «Estudio biología»
Tú: «Genial, ¿cuál sería tu trabajo soñado en biología?»
Ellos: «He estado trabajando en el sector inmobiliario durante los últimos 40 años»
Tú: «¡Vaya, eso es mucho tiempo! ¿Alguna vez has fantaseado con la idea de jubilarte?»
9. Pregunta «Qué», «Por qué», «Cuándo» y «Cómo»
«No sé cómo hacer que una conversación sea interesante para la otra persona. ¿Qué tipo de preguntas debo hacer?»
Estas preguntas alejan la conversación de la cháchara y la acercan a temas más profundos. Animan a la otra persona a darte respuestas más significativas.
Ellas: «Soy de Connecticut.»
Preguntas de «qué»: «¿Cómo es vivir allí?». «¿Qué es lo que más te gusta de allí?». «¿Cómo fue mudarse?»
«Por qué» Preguntas: «¿Por qué te mudaste?»
«Cuándo» Preguntas: «¿Cuándo te mudaste? Crees que volverás a mudarte?»
«Cómo» Preguntas: «¿Cómo es que te mudaste?»
10. Pide su opinión personal
Es divertido y atractivo que te pregunten por la opinión de uno. Es más estimulante hablar de opiniones que de hechos.
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«Necesito comprar un nuevo teléfono. Tienes algún modelo favorito que me puedas recomendar?»
«Estoy pensando en irme a vivir con dos amigos. Tienes alguna experiencia de co-living?»
«Estoy deseando que lleguen mis vacaciones. Cuál es tu forma favorita de desconectar?»
11. Muestra interés por la otra persona
Usa la escucha activa para señalar que te interesa lo que la otra persona tiene que decir. Cuando demuestras que estás interesado, las conversaciones tienden a ser más profundas y ricas.
12. Hablar de la familia, la ocupación, el ocio y los sueños (FORD)
«¿Cómo no voy a ser aburrido? Nunca sé qué preguntas hacer o cómo hacer que una conversación sea divertida. No creo que a la gente le guste hablar conmigo.»
Cuando una conversación se vuelva aburrida, recuerda los tópicos de FORD.
Estos: «El trabajo es tan estresante ahora. Tenemos tan poco personal»
Tú: «Eso es una mierda. Tienes un trabajo de ensueño que te encantaría hacer?»
Aquí tienes otros temas para hablar:
Si quieres más ideas, utiliza esta lista de 222 preguntas para conocer a alguien que te ayudarán a iniciar una conversación atractiva. Hacer preguntas perspicaces te hará parecer una persona interesante. Aquí tienes una guía que explica cómo no ser aburrido.
13. Utiliza el contacto visual para mostrar que estás presente en la conversación
«No puedo mantener una conversación y hacer contacto visual al mismo tiempo. Qué debo hacer?»
Puede ser difícil mantener el contacto visual, especialmente si nos sentimos incómodos cerca de alguien. Pero la falta de contacto visual puede hacer que las personas piensen que no nos importa lo que tienen que decir. Esto hará que sean reacios a abrirse.
Cuando las personas no están hablando -por ejemplo, cuando están haciendo una pausa rápida para formular sus pensamientos- puede ser una buena idea apartar la mirada para que no se sientan presionados.
14. Busca cosas en común
Si crees que puedes tener algo en común con alguien, como un interés o una formación similar, menciónalo y mira cómo reaccionan.
Si resulta que tenéis algo en común, la conversación será más atractiva para ambos.
Si no comparten tu interés, puedes intentar mencionar otra cosa más adelante en la conversación. Puede que te encuentres con intereses mutuos más a menudo de lo que crees.
Ellos: «¿Qué tal el fin de semana?»
Tú: «Bien. Estoy haciendo un curso de japonés durante el fin de semana, que es muy atractivo»/»Acabo de terminar de leer un libro sobre la Segunda Guerra Mundial»/»He empezado a jugar al nuevo Mass Effect»/»He ido a un seminario sobre plantas comestibles»
Hacer conjeturas si tenéis algo en común
Digamos que conoces a esta persona y te dice que trabaja en una librería. Sólo a partir de ese dato, ¿qué suposiciones podemos hacer sobre sus intereses?
Yo diría…
Estas suposiciones pueden ser totalmente erróneas, pero no pasa nada porque podemos ponerlas a prueba y entablar conversaciones.
No sé mucho de libros, al menos en lo que se refiere a la no ficción. Pero sí que me gusta hablar de temas medioambientales, e hipotetizo que a ella también. Así que después de que ella haya hablado de su trabajo en una librería, puedo preguntar algo para llevar la conversación en esa dirección:
«¿Qué opinas de los lectores electrónicos? Supongo que tienen menos impacto en el medio ambiente que los libros, aunque prefiero la sensación de un libro de verdad.»
Puede decir: «Sí, a mí tampoco me gustan los e-readers, pero es triste que haya que cortar árboles para hacer libros.»
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Su respuesta me dirá si le preocupan los temas medioambientales. Si lo está, podemos pasar a hablar de ello.
O, si parece indiferente, puedo probar con otro tema.
Por ejemplo, podría hablar de la bicicleta, preguntarle si va en bici al trabajo, y qué bicicleta me recomendaría. Ahora mismo estoy mirando bicicletas, así que es algo de lo que me interesaría hablar.
Aquí tienes otra persona con la que puedes probar:
Conoces a esta mujer, y te dice que trabaja como gerente en una empresa de gestión de capital. Qué suposiciones podemos hacer sobre ella?
Obviamente, estas suposiciones serán muy diferentes a las que yo haría sobre la chica anterior:
Diría que…
Aquí va otra:
Este tipo te dice que trabaja en seguridad informática. Qué dirías de él?
Diría que…
Como puedes ver, nuestros cerebros son muy buenos para hacer suposiciones sobre las personas. A veces, eso es algo malo, como cuando hacemos juicios basados en prejuicios. Pero en este caso, utilizamos esta extraordinaria capacidad para conectar más rápido y entablar una conversación interesante. ¿Qué es interesante para nosotros que también podamos tener en común con ellos? No tiene que ser nuestra principal pasión en la vida. Sólo tiene que ser algo de lo que se disfrute hablando. Así es como se consigue que una charla sea interesante.
Encontrar intereses mutuos, en resumen:
Es cuando encontramos intereses mutuos cuando se produce la magia. Una vez que has establecido que tienes al menos una cosa en común, tienes una razón para seguir con ellos más tarde y pedirles que salgan. Aquí tienes una guía sobre cómo hacer amigos que te dirá cómo hacerlo. Cuando sepas cómo entablar una conversación con cualquier persona, darás la impresión de ser más simpático y será más probable que la gente pase tiempo contigo.
15. Cuenta historias de forma interesante
A los humanos nos encantan las historias. Puede que incluso estemos programados para que nos gusten; nuestros ojos se dilatan en cuanto alguien empieza a contar una historia.
Sólo con decir: «Así que, hace unos años iba de camino a…» o «¿Te he contado aquella vez que…?», estás aprovechando la parte del cerebro de alguien que quiere escuchar el resto de la historia.
Puedes utilizar la narración de historias para conectar con la gente y ser visto como más social. Las personas que son buenas contando historias suelen ser admiradas por los demás. Otros estudios muestran que las historias también harán que la gente se sienta más cercana a ti al poder relacionarse contigo.
Una receta para contar historias con éxito
Es importante darse cuenta de que las personas con muchas historias no viven necesariamente vidas más fascinantes. Simplemente presentan sus vidas de una manera interesante.
Tengo un amigo que es un narrador impresionante. Cuando empieza a contar una historia, la gente le presta toda su atención.
Esta es una historia que me contó hace poco:
Así que hace unos días, me desperté con un día de exámenes y reuniones importantes por delante. Me despierto estresado porque al parecer el despertador ya ha sonado.
Me siento totalmente agotado y me preparo para el día, duchándome y afeitándome. Sin embargo, el cansancio no me abandona y, de hecho, vomito un poco al salir del baño.
Me asusta lo que está pasando pero me preparo el desayuno, y me visto. Miro fijamente mis gachas pero no puedo comer y quiero volver a vomitar.
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Esta no es la Historia del Año, pero es un gran ejemplo de una historia atractiva que puedes contar en una situación social.
Lo que me gusta de esta historia, en particular, es que no es un hecho excepcional; probablemente hayas pasado por varias cosas similares en tu vida. Sin embargo, este tipo consigue convertirlo en una historia interesante.
Además, fíjate en que probablemente te hayas sentido más motivado a leer esa historia que cualquier otra que hayas leído en la guía hasta ahora -así de predispuestos estamos a que nos gusten las historias.
Nota los siguientes puntos:
Cuando cuenta estas historias, consigue la atención plena de todos. A través de estas historias, hace que la gente se sienta bien y que quiera estar cerca de él. Contar historias es la razón por la que la gente lo ve como una persona extrovertida.
Lee esta guía sobre cómo contar una buena historia.
16. Aprender a pasar de la charla trivial a temas más atractivos
«Me encantaría saber cómo ser mejor en la conversación más allá de la charla trivial. Cómo puedo pasar de cosas superficiales a algo más emocionante?»
Cuando empiezo a hablar con alguien, empiezo presentándome:
«Hola, soy David. Cómo te va?»
Esta apertura hace que la conversación comience de forma sencilla. Así se consigue que una conversación fluya desde el principio. Hay menos pausas y silencios incómodos.
Un error común que comete la gente es tratar de llegar con algo inteligente e interesante para decir al principio de la conversación. Sin embargo, una conversación interesante no ocurre cuando se hacen comentarios inteligentes; ocurre cuando se empieza a hablar de algo que ambos disfrutan discutiendo.
Ahí es donde entran estas preguntas. Por ejemplo:
«¿De qué conoces a las otras personas de aquí?»
Esta pregunta puede utilizarse en la mayoría de las situaciones en las que te encuentras con desconocidos. Deja que te expliquen cómo conocen a la gente y haz las preguntas de seguimiento pertinentes.
Esta pregunta está diseñada para ayudar a la transición gradual hacia una conversación más personal, ya que obviamente se sentiría raro empezar a hablar de cosas personales inmediatamente después de haberse conocido.
Lee más: Cómo iniciar una conversación.
Entre estas preguntas, comparte un poco sobre ti de vez en cuando.
«¿De dónde eres?»
Esta es una buena pregunta porque es fácil de responder para la otra persona y abre muchas vías de conversación. Es útil incluso si la persona es de la misma ciudad; puedes hablar de la parte de la ciudad en la que vive, y de cómo es vivir allí. Tal vez encuentres algo en común. Por ejemplo, tal vez ambos hayáis visitado atracciones locales similares o os gusten las mismas cafeterías.
«¿Trabajas/estudias?»
Pregunto sobre el trabajo o los estudios, dependiendo de la edad de la persona.
Algunos dicen que no hay que hablar de trabajo con gente que acabas de conocer. Estoy de acuerdo en que es aburrido enfrascarse en hablar de trabajo. Pero saber qué estudia o trabaja alguien es importante para conocerlo, y suele ser fácil que amplíe el tema.
Si está desempleado, basta con preguntarle qué trabajo le gustaría hacer o qué quiere estudiar.
Cuando hayas terminado de hablar de trabajo, es el momento de la siguiente pregunta:
«¿Estás muy ocupado en el trabajo, o tendrás tiempo para unas vacaciones/vacaciones pronto?»
Cuando hayas llegado a esta pregunta, habrás pasado la parte más difícil de la conversación. Digan lo que digan, ahora puedes hacer mi pregunta favorita de todas:
«¿Tienes algún plan para tus vacaciones/vacaciones?»
Ahora estás entrando en lo que les gusta hacer en su tiempo libre, lo cual es interesante para que hablen de ello. Puede que descubras intereses mutuos o que descubras que habéis visitado lugares similares. Incluso si no tienen ningún plan, es natural hablar de cómo pasan su tiempo libre.
Haz clic aquí para leer una lista de buenas preguntas para una pequeña charla.
17. Ten cuidado al sacar temas controvertidos
Un consejo común es evitar los temas delicados cuando no se conoce a alguien desde hace mucho tiempo. Estos incluyen:
Sin embargo, estos temas son interesantes y nos afectan a la mayoría. A medida que se conoce mejor a alguien, pueden inspirar buenas conversaciones. Entonces, ¿cuándo está bien hablar de ellos?
En general, está bien cuando:
Cuando sigas estas pautas, aprenderás a hacer que una conversación sea interesante y personal sin causar ofensas.
Memoriza una frase útil para reconducir una conversación que se ha vuelto tensa o difícil. Por ejemplo, «¡Es interesante conocer a alguien que tiene puntos de vista tan diferentes! Tal vez deberíamos hablar de algo un poco más neutro, como .»
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