Como autor de más de veinte libros, conozco la importancia de un buen prólogo. El prólogo del libro ofrece comentarios introductorios sobre el tema del libro y/o el alcance del mismo, algo sobre el autor y por qué el autor del prólogo piensa que el libro es importante o útil. El prólogo precede al cuerpo del texto y a la introducción, y rara vez debe superar las dos páginas completas. Al fin y al cabo, el lector quiere leer el libro, no los pensamientos de alguien que puede pensar que le han pagado por sus elogios (como ocurre en algunos casos). El prólogo, que suele estar escrito por una persona distinta del autor de la obra, revela algo sobre la relación entre quien lo escribe y el autor. Cuando se considera oportuno, el prólogo puede revelar información privilegiada sobre el autor, su vida, sus logros o cualquier otra información apropiada. A veces, las ediciones posteriores de un libro llevan un nuevo prólogo (que aparece antes de un prólogo anterior, si es que lo hay), que puede explicar en qué se diferencia la nueva edición de las anteriores.
Cuando lo escribe el autor, el prólogo puede abarcar la historia de cómo surgió el libro o cómo se desarrolló la idea del mismo, y puede incluir un agradecimiento y un reconocimiento a quienes fueron útiles para el autor durante su escritura. A diferencia del prefacio, en el prólogo siempre se identifica quién lo ha escrito y la fecha de su redacción, debajo del nombre de la persona que lo ha escrito. Que te pidan que escribas el prólogo se considera un privilegio y, dependiendo de la reputación del autor del libro, puede incluso calificarse como un honor.
Si te piden que escribas un prólogo, ten en cuenta estas pautas básicas:
- Comparte cómo conociste al autor o cómo lo conoces. Esto establece la conexión entre usted y el autor y ayuda a establecer la credibilidad del autor;
- Si es apropiado, ofrezca un sentido de cómo el libro ayuda a resolver un problema. Como tal, es perfectamente aceptable utilizar estadísticas e investigaciones para respaldar la afirmación o emplear la experiencia personal y las anécdotas, si corresponde;
- Note algunas credenciales específicas del autor, su importante contribución al campo o tema del que trata el libro;
- Comparta cómo el autor ha ayudado a otros a alcanzar el éxito o el reconocimiento;
- Dé ejemplos de lo que los lectores podrían encontrar en el libro y cómo podría transformar sus vidas o su trayectoria profesional;
- Concluya con un agradable agradecimiento al autor.
- Si quieres añadir un poco de chispa, prueba una de estas ideas:
- Ofrecer una breve historia sobre el autor que proporcione un gancho excitante;
- Establecer su propia credibilidad en torno a la del libro incluyendo cualquier papel de liderazgo que haya desempeñado o algo sobre un libro que haya escrito;
- Revelar algo interesante que poca gente conoce sobre el autor; y
- Hacerlo divertido. Con buen gusto, cuente una anécdota divertida sobre usted, su relación con el autor o el tema del libro.
Las páginas que contienen el prólogo y el prefacio (y otro material de entrada) no suelen estar numeradas como parte de la obra principal, que suele utilizar números arábigos. Si la portada está paginada, utiliza números romanos en minúscula. Si hay un prólogo y un prefacio, el prólogo aparece primero y ambos aparecen antes de la introducción, que puede estar paginada junto con la portada o el texto principal. Y lo más importante, recuerde que el prólogo de un libro se escribe correctamente, ¡prólogo!