El pollo y la ternera son importantes en la dieta humana, ya que son fuentes clave de proteínas, pero ¿qué carne ganaría la batalla para reclamar el título de carne más saludable? Aquí se enfrentan, así que echemos un vistazo a qué carne sale ganadora.
Proteína
El pollo es la fuente de proteínas a la que recurren los atletas y culturistas. Pero la carne de vacuno también contiene un alto nivel de proteínas y una cantidad significativa de creatina, que ayuda a producir músculo magro mucho más rápido. El nivel de proteína que se encuentra tanto en la proteína como en la carne de vacuno varía, pero las diferencias son menores. Sin embargo, tu cuerpo sólo puede absorber el 74% de una porción de carne de vacuno, mientras que tu cuerpo puede tomar el 80% de la proteína del pollo.
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Grasa
Para aquellos que tienen una ingesta calórica restringida, el pollo es el camino a seguir. Una ración de pollo aporta menos calorías, así como menos colesterol y grasas saturadas que la carne de vacuno. Con el menor contenido de calorías del pollo, la carne de vacuno es más fuerte debido a su mayor contenido de grasa.
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Versatilidad
El pollo es la carne más versátil y adaptable. Mientras que la carne de vacuno se puede utilizar también para una gran variedad de ocasiones, el pollo es normalmente más rápido de preparar y se puede hornear, asar a la barbacoa, a la parrilla y al horno. Se puede combinar con muchos alimentos diferentes y es una gran base para todo tipo de recetas.
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Nutrientes
La carne de vacuno tiene algunas ventajas nutritivas sobre el pollo, ya que contiene más hierro y zinc. Estas sustancias son esenciales para nuestro sistema inmunológico y el desarrollo del cerebro. Sin embargo, el pollo es mucho mejor para la salud cardiovascular, ya que tiene menos colesterol y grasas saturadas que la carne de vacuno. Los estudios también han demostrado que la carne roja puede aumentar el riesgo de enfermedades del corazón.
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Energía
Todas las carnes son excelentes para obtener energía. Para ráfagas cortas de energía, el pollo sale ganando, porque la carne blanca está compuesta por fibras musculares de «contracción rápida». Por otro lado, la carne roja es conocida como de «contracción lenta», por lo que es ideal para actividades de resistencia. Tanto el pollo como la carne de vacuno mejoran la eficiencia energética de diferentes maneras.
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Ganador: Pollo
Si tuvieras que elegir uno, ¡elige el pollo! Al final, da el golpe de gracia a la carne de vacuno por su superioridad en el desarrollo muscular, su versatilidad y sus nutrientes clave para la salud cardiovascular.