Las arrugas en los zapatos de cuero, a pesar de su desagradable aspecto, son completamente normales. Puede que no se vea bien, pero una cierta cantidad de arrugas es normal en cualquier zapato. Con el tiempo, las arrugas pueden empeorar (especialmente a medida que el zapato se desgasta y flexiona más) y pueden resultar antiestéticas. Afortunadamente, hay maneras de remediar las arrugas.
¿Por qué se arrugan los zapatos de cuero?
Cuando usted camina, sus pies se doblan, con la bola de su pie actuando como punto de pivote. Sus zapatos se doblan con sus pies, lo que causa arrugas. Es muy importante que los zapatos se doblen; un zapato que no se doble sería tan rígido que sería doloroso caminar con él. Cuando los zapatos se doblan, los materiales se comprimen, lo que provoca arrugas.
Puede que notes que con el tiempo las suelas de tus zapatos empiezan a desarrollar un perfil más curvo que cuando eran nuevos. A medida que las suelas se adaptan y se flexionan repetidamente al caminar, acaban adoptando el perfil curvado.
Los zapatos que no se ajustan bien también son más propensos a arrugarse, especialmente los que son demasiado grandes. Un zapato más grande de lo necesario resulta en un espacio extra entre el pie y el zapato, lo que limita la capacidad del pie para mantener la forma del zapato (y causa arrugas adicionales).
Los materiales y la construcción también tienen un impacto importante en las arrugas – los zapatos de mayor calidad resistirán las arrugas y mantendrán su forma mejor con el tiempo.
Cómo eliminar las arrugas de los zapatos de cuero
Hay algunas maneras diferentes de eliminar las arrugas. Consulte siempre las directrices y recomendaciones del fabricante para evitar daños.
Con una plancha & Paño de algodón
Primero, empaquete sus zapatos con papel de periódico arrugado. También se pueden utilizar algunos trozos de cartón rígido para ayudar a que los zapatos mantengan su forma. Empaque los zapatos tan apretados como pueda – esto ayudará a enderezar las arrugas.
A continuación, humedezca una toalla pequeña o un paño con agua y colóquelo sobre la sección arrugada del zapato (se recomienda doblar y doblar la toalla). En el caso de los zapatos de ante, asegúrate de escurrir toda el agua posible. La toalla protege el zapato de recibir demasiado calor directo.
Coge tu plancha y ponla entre 60-80 grados fahrenheit, luego plancha la toalla (sobre los zapatos) durante unos segundos cada vez. Entre las pasadas con la plancha, levanta la toalla para comprobar tu progreso y asegurarte de que no hay daños. La combinación de humedad y calor ablandará el cuero y empezará a eliminar las arrugas. Demasiado calor puede dañar el cuero, así que ten cuidado de evitar el contacto directo. Repite las veces que sea necesario hasta que los pliegues y las arrugas empiecen a desaparecer.
Cuando termines, deja el cartón/papel de periódico en el zapato para ayudar a que el cuero conserve su forma mientras se enfría. Si tiene una horma, puede introducir la horma durante el proceso de enfriamiento para proporcionar una rigidez adicional.
Con una pistola de calor o un secador
También puede utilizar una pistola de calor o un secador para eliminar las arrugas, pero este método es más arriesgado porque el calor directo puede causar daños permanentes en el cuero. Este método requiere un buen ojo y una mano firme.
Inserta las hormas de cedro en los zapatos. Estos son importantes para llenar el espacio dentro del zapato y moldear el cuero contra una forma que se asemeja a un pie. Ponga el secador o la pistola de calor a un nivel bajo y manténgalo a una distancia de entre 20 y 30 centímetros del zapato. Haz unas cuantas pasadas hacia delante y hacia atrás para calentar el cuero. Ahora baje la pistola de calor y masajee el cuero caliente contra la horma del zapato.
Si el cuero no está caliente al tacto, aumente el calor de la pistola de calor/secador y vuelva a intentarlo. Repita este proceso según sea necesario hasta que los pliegues y las arrugas se reduzcan al mínimo. Mantenga las hormas en su sitio mientras el zapato se enfría. El calor directo puede resecar el cuero, así que aplica un poco de betún o acondicionador cuando termines de aplicar el calor. Aplicar betún o acondicionador a todo el zapato es su mejor opción, de lo contrario puede terminar con un color/acabado desigual.
Con acondicionador o aceite
Los acondicionadores y aceites para cuero también se pueden utilizar para eliminar las arrugas (sin necesidad de calor). En primer lugar, pruebe el acondicionador o aceite para cuero aplicándolo en un lugar poco visible del zapato. Como se ha indicado anteriormente, se recomienda pulir/acondicionar todo el zapato para mantener un color/acabado uniforme. A continuación, siga trabajando el aceite en el cuero con las manos.
Puede utilizar una horma para mantener la forma del zapato, pero tenga cuidado de no manchar el aceite o el acondicionador en la horma. Después del acondicionamiento, se recomiendan las hormas para ayudar a que el zapato mantenga su forma.
Hormas
Las hormas son útiles cuando se eliminan las arrugas, pero también son útiles durante el almacenamiento normal. Las zapateras añaden rigidez que mantiene el cuero desarrugado cuando no está usando los zapatos. Además, las zapateras de cedro ayudan a eliminar la humedad y a mantener sus zapatos con un olor fresco.