Si le pides a alguien que nombre dos problemas de salud mental comunes, lo más probable es que piense en la ansiedad y la depresión. A pesar de que son comúnmente referenciados en la conversación, la gente todavía lucha a veces para determinar la diferencia entre estas dos condiciones. Esto se debe a que muchas personas con ansiedad también desarrollan depresión y viceversa. Aproximadamente el 50% de las personas a las que se les diagnostica depresión también tienen un trastorno de ansiedad.1 Sin embargo, es importante obtener un diagnóstico preciso para tratar las condiciones correctas.
Muchas personas con depresión pueden experimentar lo que se conoce como «angustia ansiosa» además de su bajo estado de ánimo.2 Las personas con angustia ansiosa a menudo se sienten tensas, inquietas y tienen problemas para concentrarse porque se preocupan mucho. Temen profundamente que algo malo vaya a suceder o que puedan perder el control de sí mismos. Las personas que experimentan angustia ansiosa con depresión pueden tener un mayor riesgo de suicidio o necesitar un tratamiento más intensivo, por lo que es importante identificar estos síntomas junto con la depresión.
Sobre todo, es importante recordar que debe dejar que un médico o profesional de la salud mental le evalúe para ver si sus síntomas cumplen los criterios de un trastorno depresivo o un trastorno de ansiedad.3
Síntomas de la depresión mayor
- Estado de ánimo deprimido
- Falta de interés por las actividades agradables
- Aumento o disminución del apetito
- Insomnio o hipersomnia
- lentitud de movimientos
- falta de energía
- sentimientos de culpa o inutilidad
- dificultad para concentrarse
- pensamientos o comportamientos suicidas.
- preocupación excesiva
- inquietud
- fatiga fácil
- dificultad para concentrarse
- irritabilidad
- alteración del sueño
- tensión muscular.
Para que se diagnostique un trastorno depresivo mayor, una persona debe haber experimentado cinco o más de estos síntomas durante al menos dos semanas. Las personas que experimentan algunos de estos síntomas también pueden ser diagnosticadas de trastorno depresivo persistente (distimia), trastorno disfórico premenstrual o un trastorno depresivo debido a otra afección. También pueden cumplir los criterios del trastorno bipolar si también experimentan síntomas de manía.
Síntomas del trastorno de ansiedad generalizada
Si ha experimentado estos síntomas la mayoría de los días durante más de seis meses, y le causan angustia en su vida diaria, entonces puede recibir un diagnóstico de trastorno de ansiedad generalizada. Otros tipos de trastornos de ansiedad son la ansiedad por separación, el trastorno de pánico o las fobias, entre otros.
Si se comparan las dos listas de síntomas, se puede ver que hay cierto solapamiento. Los problemas de sueño, los problemas de concentración y la fatiga son síntomas tanto de la ansiedad como de la depresión. La irritabilidad también puede manifestarse en las formas de ansiedad o depresión (en lugar del bajo estado de ánimo).
Sin embargo, hay algunos rasgos distintivos. Las personas con depresión se mueven con lentitud y sus reacciones pueden parecer aplanadas o embotadas. Las personas con ansiedad tienden a estar más nerviosas, ya que luchan por controlar sus pensamientos acelerados. Otro rasgo distintivo es la presencia de miedo al futuro en las personas con ansiedad. Las personas deprimidas que no padecen ansiedad son menos propensas a preocuparse por los acontecimientos futuros, ya que suelen resignarse a creer que las cosas seguirán yendo mal. En otras palabras, pueden predecir el futuro basándose en cómo se sienten en el momento.
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Habla con tu médico
Si tienes ansiedad, depresión o ambas, lo más probable es que tu médico te recomiende medicación, terapia o una combinación de ambas. Haga un seguimiento de sus síntomas y lleve un registro de cómo se siente cada día, ya que esto puede ayudar en el proceso de diagnóstico. También es importante que hables y preguntes a tu médico si cree que tienes depresión, ansiedad o ambas cosas. Esta claridad puede ayudarle a entender el enfoque del tratamiento y cómo manejar sus síntomas. Por ejemplo, un paciente al que se le prescribe un antidepresivo como un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS) puede no darse cuenta de que la medicación se ha recetado para su ansiedad, ya que los ISRS se utilizan para tratar tanto la ansiedad como la depresión.4 Nunca dude en preguntar sobre su diagnóstico, ya que tiene derecho a su información personal de salud.
La cualidad más importante que comparten la ansiedad y la depresión es que ambas son condiciones muy tratables. Nunca dude en buscar personas que le ayuden a mantenerse informado y en el camino correcto hacia una mente y un cuerpo más sanos. ¿A quién puedes reclutar para que te ayude con tu ansiedad o depresión hoy mismo?