H. pylori es una bacteria que puede sobrevivir en el estómago y causar una infección con síntomas como hinchazón en el estómago e indigestión, siendo la principal causa de enfermedades como la gastritis y la úlcera.
Muchas personas tienen esta bacteria en el estómago incluso sin saberlo, ya que en muchos casos no provoca síntomas ni complicaciones, siendo común su presencia también en niños.
Si crees que puedes tener H. pylori, indica los síntomas que sientes, para saber cuál es tu riesgo:
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Estos síntomas suelen aparecer cuando H. pylori ha provocado gastritis o úlceras en el estómago o en los intestinos, lo que ocurre principalmente cuando el paciente lleva una dieta alta en azúcares y grasas, y baja en frutas y verduras, lo que hace que el estómago sea más sensible y dificulta la digestión.
Cómo confirmar el diagnóstico
En los casos de síntomas simples, como náuseas e indigestión, el médico puede solicitar análisis de sangre, de heces o una prueba de aliento con urea marcada, que puede detectar la presencia de H. pylori sin causar dolor ni requerir una preparación especial del paciente.
Sin embargo, si hay síntomas graves como vómitos o presencia de sangre en las heces, se recomiendan pruebas como la endoscopia con biopsia, que también evalúa la presencia de úlceras, inflamación o cáncer en el estómago, o la prueba de la ureasa, que minutos después es capaz de dar el diagnóstico de la presencia o ausencia de H. pylori. Vea cómo se realiza esta prueba.
Además, estas pruebas pueden repetirse al final del tratamiento para comprobar que las bacterias han sido eliminadas del estómago.
Cuáles son las consecuencias de la infección
La infección por H. pylori provoca una inflamación constante del revestimiento del estómago que, con el paso del tiempo, acaba dando lugar a pequeñas úlceras gástricas, que son llagas en el estómago que pueden causar un intenso dolor y sangrado.
Además, si no se trata adecuadamente, H. pylori puede dar lugar a una inflamación crónica del estómago que aumenta el riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer gástrico hasta 8 veces más. Así, aunque la infección por H. pylori no es un diagnóstico de cáncer, puede indicar que una persona tiene un mayor riesgo de padecer cáncer de estómago si no recibe el tratamiento adecuado. Entienda más sobre cómo se realiza el tratamiento.
Cómo se contrae la bacteria
La infección por H. pylori es relativamente común, ya que la bacteria se transmite principalmente a través de la saliva o del contacto oral con agua y alimentos que han tenido contacto con heces contaminadas. Así, algunos factores que aumentan las posibilidades de contraer una infección por H. pylori son:
- Beber agua contaminada o sin filtrar;
- Vivir con una persona infectada por H. pylori;
- Vivir en una casa con muchas otras personas.
Así que, para prevenir esta infección, es muy importante cuidar la higiene, como lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño, así como evitar compartir cubiertos y vasos con otras personas.
Además, tener hábitos de vida poco saludables como fumar, tomar bebidas alcohólicas en exceso o tener una dieta desequilibrada también aumentan el riesgo de contraer este tipo de bacterias.