El vaginismo es una condición que implica la contracción involuntaria del suelo pélvico que impide la penetración vaginal o la hace dolorosa y difícil.
Las personas que sufren de vaginismo a menudo tienen problemas o dolor al usar tampones, al someterse a un examen ginecológico o al tener relaciones sexuales con penetración.
El manejo del vaginismo puede incluir el tratamiento de un fisioterapeuta pélvico, ejercicios para ayudar a entrenar los músculos del suelo pélvico para que se relajen, y el uso de dilatadores vaginales o una varita pélvica para tratar la tensión en el canal vaginal y los propios músculos del suelo pélvico.
Los ejercicios ayudan a la coordinación y el control
Los ejercicios para ayudar a entrenar la coordinación y el control de los músculos del suelo pélvico son una parte importante del manejo del vaginismo. Este control puede tardar en aprenderse y desarrollarse, al igual que las nuevas habilidades.
La buena noticia es que estos ejercicios y estiramientos pueden realizarse diariamente en la intimidad del hogar y pueden acomodarse fácilmente a la rutina diaria. Los ejercicios y estiramientos que se detallan a continuación son útiles para tratar el vaginismo y el uso de la respiración es útil en este proceso.
Ejercicios para el vaginismo que puedes hacer en casa
Respiración del suelo pélvico
Comienza tumbada de espaldas con las piernas extendidas y rectas o apoyada en 1 ó 2 almohadas si te molesta estar tumbada. Lleve su atención a su patrón de respiración y concéntrese en la expansión de su vientre y caja torácica.
Imagine que se elevan suavemente hacia arriba y hacia afuera como una apertura de paraguas durante la inhalación. En la exhalación, permita que las costillas y el vientre vuelvan a su estado de reposo.
Progresando con cada ejercicio
Para progresar en este ejercicio, continúe con el patrón de respiración y lleve su atención a su suelo pélvico. Este grupo de músculos tiene la forma de un diamante y se encuentra entre el coxis y el pubis de adelante hacia atrás, y entre los huesos de la sentadilla de derecha a izquierda.
Al inhalar, nota cómo el suelo pélvico desciende, y luego al exhalar, cómo se eleva de nuevo. Este movimiento es muy sutil, y puede sentirlo más como una sensación de que el coxis desciende hacia el suelo en la inhalación y se levanta del suelo en la exhalación.
También puede hacer este ejercicio sentado en una silla firme. La silla puede ser útil para proporcionar retroalimentación para proporcionar más sensación al suelo pélvico durante el ejercicio. Continúe con este patrón de respiración suave durante dos minutos.
Suelta del suelo pélvico
Este ejercicio es útil para proporcionar un estiramiento suave y para mejorar la movilidad general del suelo pélvico. Esta caída del suelo pélvico es una maniobra necesaria para relajar y abrir el suelo pélvico durante actividades como la evacuación intestinal, o durante una actividad de penetración como el uso de un tampón o durante las relaciones sexuales.
Para realizar este ejercicio túmbese boca arriba o siéntese con una buena postura en una silla firme. Se utilizará el patrón de respiración para ayudar en este ejercicio. Inhale y empuje suavemente hacia abajo como si estuviera tratando de expulsar gases, luego exhale y permita que el suelo pélvico vuelva a un estado de reposo.
Si aguantar hacia abajo es un desafío, puede ser útil imaginar que durante la inhalación está tratando de poner un huevo o soplar una burbuja con goma de mascar fuera de la abertura vaginal.
Encuentre la imagen que funciona mejor para usted y utilícela para ayudar al ejercicio. Repita este movimiento durante 20-30 repeticiones. Es útil practicar esto 1 ó 2 veces al día.
Estiramiento del piriforme
Comienza tumbada sobre la espalda. Cruza el tobillo derecho sobre la rodilla izquierda y presiona la rodilla derecha hacia fuera. Para un mayor estiramiento levanta el pie izquierdo del suelo y acerca la rodilla a tu pecho.
Repite este estiramiento con la pierna contraria. Mantenga este estiramiento durante 30-60 segundos y luego repita a cada lado durante tres repeticiones.
Postura del niño
Empiece de rodillas y presione suavemente las caderas hacia los talones. A continuación, dobla el tronco hacia delante con los brazos por encima de la cabeza y respira en la parte posterior de la caja torácica y en el suelo pélvico.
Puedes utilizar una almohada en el pliegue delantero de las caderas o en el pliegue trasero de las rodillas para obtener más apoyo o para cambiar la sensación del estiramiento. Permanezca en esta posición durante 2 ó 3 minutos.
Bebé feliz
Comience por tumbarse boca arriba. Lleva las rodillas hacia el pecho y luego alcanza los dedos gordos de los pies. Luego extiende suavemente las rodillas y presiona los pies hacia el techo. Si tiene tensión en las caderas o los isquiotibiales, puede utilizar una toalla o una correa de yoga detrás de las rodillas para ayudar a extender el alcance. Mantenga esta posición y continúe respirando profundamente y permitiendo que el suelo pélvico se relaje. Mantenga esta posición durante 2 o 3 minutos.
Sentadilla profunda
Comience de pie cerca de un objeto robusto y estable para ayudar con el equilibrio. Un mostrador de la cocina o una barandilla son perfectos, una silla estable también será adecuada.
Sujetándose al mostrador o al respaldo de la silla para mantener el equilibrio, presione sus caderas hacia atrás y sumérjase en una sentadilla profunda. Respira profundamente en tu caja torácica e imagina que dejas caer el suelo pélvico como en los ejercicios anteriores. Mantenga esta posición durante 1 ó 2 minutos.
Los ejercicios de vaginismo son un componente para superar esta condición. Otras herramientas adicionales como los dilatadores vaginales o una varita vaginal son útiles.
También es aconsejable solicitar una evaluación por parte de un fisioterapeuta pélvico cualificado para ayudar a crear un plan integral y único que le ayude a alcanzar sus objetivos.