El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es una condición psiquiátrica que hace que las personas tengan pensamientos angustiantes y repetitivos (obsesiones) que a menudo conducen a una acción que sienten la necesidad de realizar (compulsiones). Es posible que necesiten realizar estas compulsiones una o varias veces hasta que se sientan más tranquilos. Las obsesiones y compulsiones pueden variar de una persona a otra, pero los médicos suelen caracterizarlas en grupos específicos. Las personas suelen experimentar síntomas de varias categorías diferentes, que pueden evolucionar con el tiempo. Aquí están algunos de los más comunes.
Organización
Posiblemente la forma más reconocible de TOC, este tipo implica obsesiones sobre que las cosas estén en el lugar correcto o sean simétricas. Por ejemplo, alguien puede sentir la necesidad de tener todas las colgaduras de la pared niveladas, hacer que todas las etiquetas de las latas en la despensa miren hacia afuera, o mantener todo en su escritorio completamente ordenado. Si la persona no lleva a cabo las compulsiones para que todo esté bien, puede experimentar angustia o incluso pensamientos de que la falta de organización les causará algún daño no relacionado a ellos o a sus seres queridos.
Contaminación
El TOC de contaminación gira en torno a dos ideas generales. La primera es la idea de que las personas pueden propagar enfermedades no virales a través del tacto o la proximidad. La segunda es que las cosas, los pensamientos y las palabras cotidianas pueden «contaminar» a una persona, haciéndola sentir sucia. Las personas con este tipo suelen sentir la necesidad de lavarse las manos repetidamente y de limpiar los objetos con frecuencia para evitar la propagación de la contaminación percibida. Pueden temer enfermarse a sí mismos o a otra persona por ser descuidados, o pueden sentirse asqueados e incómodos cerca de objetos «impuros», lo que puede llevar a evitar ciertos objetos, personas o lugares.
Pensamientos intrusivos
Las personas que experimentan pensamientos intrusivos tienen ideas angustiosas y a menudo aborrecibles que aparecen en sus cabezas aparentemente al azar. Estas obsesiones pueden implicar hacer daño a un ser querido, causar daño a un extraño, o incluso la idea de que el simple hecho de pensar en algo puede hacer que sea más probable que ocurra. Para acallar estas obsesiones, una persona puede tener que realizar una acción, como decir algo en voz alta o repetir algo mentalmente. Aunque las personas que experimentan obsesiones intrusivas pueden tener pensamientos violentos o dañinos, no están de acuerdo con ellos ni actúan en consecuencia. De hecho, estas ideas son tan contradictorias con lo que sienten que las personas a menudo se angustian por el hecho de que su mente haya creado el pensamiento en primer lugar.
Rumeraciones
Este tipo tiene similitudes con el TOC basado en pensamientos intrusivos, pero hay algunas diferencias clave. Las ideas que se atascan en la cabeza de alguien con TOC basado en la rumiación no son repulsivas o angustiosas. En cambio, pueden ser enigmas filosóficos, religiosos o metafísicos (esencialmente preguntas que no tienen respuestas comprobadas). Las personas que experimentan rumiaciones se quedarán atascadas en este tema durante un tiempo y podrían ignorar las responsabilidades mientras intentan encontrar una respuesta. Dado que estas preguntas a menudo no tienen una solución definitiva, las personas podrían sentirse insatisfechas o vacías después de pensar en este tema durante tanto tiempo.
Comprobación
La comprobación es una obsesión en la que una persona se preocupa de causar daños o perjuicios por ser descuidada. Sus compulsiones pueden incluir la comprobación de las puertas para asegurarse de que están cerradas con llave, las estufas para asegurarse de que los quemadores están apagados, o su cartera para asegurarse de que sus tarjetas de crédito, identificaciones y dinero en efectivo están todavía allí. Es posible que tengan que comprobar algo varias veces o incluso mirarlo fijamente durante un tiempo antes de poder sentirse más tranquilos.
Si alguna de estas obsesiones o compulsiones le resulta familiar, o incluso el concepto general le suena bien (sin que los pensamientos y acciones se alineen directamente), programe una cita con su médico de atención primaria del Baylor St. Luke’s Medical Group. Si cree que su hijo puede presentar síntomas de TOC, hable con su pediatra. Ellos pueden remitirle a un psiquiatra y ayudarle en el camino hacia el diagnóstico y el tratamiento.