Cindy de River Falls, Wisconsin, pregunta:
«¿Qué opinas de la idea de que tenemos un punto de referencia para el peso? ¿Estamos destinados a permanecer siempre alrededor del mismo peso o es posible que eso se mueva?»
¿El punto de ajuste es real?
La idea del punto de ajuste del peso corporal es que nuestros cuerpos están programados para tener un cierto peso o para almacenar una cierta cantidad de grasa y que el cuerpo «luchará» contra cualquier intento de cambiar este peso predeterminado. Y hay algunas pruebas que apoyan esta idea.
Cuando restringimos significativamente nuestra ingesta de calorías durante más de unos pocos días (por ejemplo, poniéndonos a dieta), nuestro metabolismo comienza a ralentizarse y quemamos menos calorías. Del mismo modo, si aumentamos de forma significativa y repentina nuestros niveles de actividad (digamos, comenzando un nuevo programa de ejercicios), nuestro cuerpo compensa quemando menos calorías.
Vea también: Cómo el ejercicio SÍ ayuda a la pérdida de peso
Ha habido experimentos en los que se alimentó a ratas de laboratorio con dietas que les hicieron perder o ganar un montón de peso. Sin embargo, tan pronto como el experimento terminaba, las ratas tendían a volver a su peso original. Y todos sabemos que la gran mayoría de las personas que pierden mucho peso acaban recuperándolo todo.
Hay varios factores que probablemente entran en juego aquí. Algunos de ellos, como nuestros genes y adaptaciones biológicas, están fuera de nuestro control. Pero eso no significa que todos los intentos de perder peso estén condenados al fracaso. Hay otras cosas que podemos controlar.
4 formas de cambiar tu punto de referencia
Las siguientes cuatro estrategias pueden ayudarte a perder peso. Y lo que es más importante, pueden ayudarte a cambiar permanentemente tu punto de referencia de peso corporal.
1. Cambia la composición de tu dieta. Si su dieta incluye actualmente muchos dulces o carbohidratos refinados (cosas como el pan blanco, los cereales, la pasta y la pastelería), considere la posibilidad de reducirlos, y no sólo como una estrategia de pérdida de peso temporal, sino como un cambio permanente. Esto puede reducir sus niveles de insulina, lo que a su vez puede reducir su apetito y su tendencia a almacenar grasa.
No tiene que hacer una dieta extrema baja en carbohidratos. Prueba el enfoque más sostenible descrito en este episodio.
Vea también: ¿Funcionan las dietas bajas en carbohidratos?
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