Justo cuando te levantas es el momento perfecto para prepararte para tener un gran día, y el aceite de coco puede jugar un gran papel en ese proceso. Con docenas de usos, el aceite de coco es el alimento maravilloso totalmente natural que encaja perfectamente con el plan de la dieta Paleo y un estilo de vida totalmente natural.
El aceite de coco es uno de los aceites recomendados en Paleo, y es una gran alternativa a algunos de los aceites poco saludables más utilizados por ahí. Pero va mucho más allá de ser un simple ingrediente en una receta, se puede utilizar tanto interna como externamente para mejorar la salud.
Los puristas paleo pueden señalar que nuestros antepasados paleolíticos no habrían tenido los medios para crear aceite de coco a partir de los cocos, pero siempre que vayas con un aceite de coco de alta calidad estará libre de impurezas y no muy procesado. Es bastante parecido a algo que podría haberse utilizado hace muchos miles de años. Las mejores marcas serán orgánicas, sin refinar y prensadas en frío, dejando todos los nutrientes beneficiosos intactos, y proporcionándote la mejor experiencia.
RITUAL DEL ACEITE DE COCO #1: Toma 1 cucharada de aceite de coco al levantarte para impulsar tu metabolismo
El aceite de coco contiene triglicéridos de cadena media (MCT) que te ayudarán a sentirte con más energía, a frenar tu apetito y a activar tu metabolismo para el día que se avecina. Cada vez se sabe más que el aceite de coco beneficia al cuerpo de diferentes maneras y debe ser considerado un alimento saludable.
También puedes tomar otra cucharada de aceite de coco a última hora de la tarde, justo cuando empieces a tener hambre para la cena aunque aún falten horas. Te ayudará a pasar el resto de tu jornada laboral y te mantendrá hasta que llegue la hora de la cena. Si has tenido resultados de pérdida de peso lentos mientras estabas en Paleo, este paso podría ser el que marque la diferencia, y después de sólo 30 días de seguir este ritual podrías notar una pérdida de peso sin esfuerzo.
RITUAL DEL ACEITE DE COCO #2: Lava tu cabello e hidrátalo con aceite de coco
El aceite de coco es un gran hidratante para tu cabello. No sólo estás evitando todos los aditivos químicos de las cremas hidratantes para el cabello que se compran en las tiendas, sino que estás usando algo que es totalmente natural, y ayuda a proteger tu cabello de la sequedad. El proceso es tan fácil como usar un acondicionador normal, y el aceite de coco dejará tu cabello con el suave olor a coco, sin necesidad de añadir ningún aroma artificial.
Mezclar el aceite de coco con agua hace que sea más fácil de aplicar a tu cabello, y no necesitas ningún otro ingrediente para conseguirlo. Observa cómo tu cabello absorbe el aceite y tiene un aspecto lustroso e hidratado. Los que tienen el pelo encrespado y seco son los que más se beneficiarán de este paso, y como es totalmente natural puedes usarlo cada mañana o cuando lo necesites sin preocuparte por los aditivos e impurezas acumuladas.
RITUAL DEL ACEITE DE COCO #3: Hazte una extracción con aceite de coco inmediatamente al despertarte
La extracción de aceite es una práctica ayurvédica milenaria, y el aceite de coco funciona muy bien para el proceso. Justo cuando te despiertas, incluso antes de cepillarte los dientes, simplemente coges una cucharada de aceite de coco y empiezas a hacer buches de un lado a otro de tu boca, de la misma manera que usarías un enjuague bucal. No lo tragas y no lo escupes, simplemente continúas agitándolo en tu boca durante 5 minutos hasta 20 minutos, lo que tengas tiempo.
La naturaleza antibacteriana del aceite de coco se encarga de matar los gérmenes de tu boca, y recibe el nombre de oil pulling porque la idea es que está sacando las toxinas de su boca antes de que tengan la oportunidad de hacer su camino hacia el resto del cuerpo. Los defensores del oil pulling dicen que te da más energía, ayuda a combatir el mal aliento e incluso puede blanquear los dientes. El aceite de coco es una herramienta de desintoxicación tan buena que aparece en El secreto del aceite de coco como la «desintoxicación definitiva».